La moción oficialista proponía establecer el boleto urbano en $850 y restituir los montos a los usuarios que habían sido perjudicados por el reciente aumento compulsivo aplicado por la cooperativa La Calera. El reembolso estaría disponible para aquellos que demostraran su afectación, medida que buscaba compensar a los sectores más vulnerables de la comunidad.
Por su parte, la oposición, presentó una segunda moción en la que se aceptó el monto de $850, pero eliminando el punto de la compensación para los usuarios afectados. En el debate, los ediles opositores defendieron esta postura, argumentando la necesidad de estabilidad tarifaria para el servicio de transporte, pero sostuvo la posición de no imponer un reembolso a los afectados.
Finalmente, la moción de la oposición fue aprobada con cinco votos, dejando sin efecto la compensación para los usuarios perjudicados por el aumento compulsivo. Así, el valor del boleto quedó establecido en $850 sin opciones de restitución, recordemos que esta decisión de la prestataria de transporte generó múltiples críticas entre los usuarios, quienes esperaban algún tipo de apoyo tras las alzas inesperadas en el costo del transporte.
Este nuevo ajuste tarifario plantea un reto para los habitantes de La Calera, especialmente para aquellos con limitaciones económicas. Sin embargo, la realidad indica que el aumento no estaba en tela de juicio, sólo había que acordar un monto equitativo esencial para garantizar la continuidad del servicio, un aspecto vital para la movilidad urbana en la ciudad.
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