El malestar por el suministro de agua sigue en aumento en La Calera, donde los vecinos reportan cortes frecuentes y una calidad del agua inferior a la esperada. La situación se ha vuelto especialmente complicada en medio de temperaturas extremas, cuando la demanda es mayor y el acceso al agua es vital. Una vecina expresaba "hace 35 años que vivo en Calera, hace 35 años que hay problemas de agua".
Según fuentes municipales, la planta potabilizadora, ahora gestionada por una empresa tras la concesión otorgada por la Provincia de Córdoba en noviembre, está entregando un 40% de lo que debería entregar. Este bajo rendimiento ha generado restricciones significativas en el suministro. La administración municipal, cuya responsabilidad se limita a la distribución del agua, está evaluando medidas paliativas para aliviar el impacto en la población.
El municipio señala que los niveles de agua en el dique no garantizan una mayor entrega de agua, ya que la planta procesa una cantidad fija, independientemente de la cantidad almacenada. Ante las quejas vecinales, las autoridades buscan alternativas para mitigar los inconvenientes.
La visión de la nueva administración de la planta apuntaba a un sistema hídrico integral y sostenible, con mejoras prometidas en infraestructura y gestión. No obstante, los resultados iniciales están provocado preocupación.
Intentamos contactar al responsable de la Asociación de Cooperativas Colón / Punilla para conocer detalles sobre las acciones previstas, pero no pudo atendernos en ese momento. Seguiremos buscando respuestas y un diálogo constructivo para abordar una problemática que afecta a toda la comunidad.
El agua es esencial para la vida y un derecho fundamental. Las soluciones deben llegar pronto.
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