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Con más del 90% de las mesas escrutadas, Manuel Adorni se impuso como la principal figura política de la Ciudad. El peronismo quedó segundo y el PRO, que gobernó durante casi dos décadas, fue relegado a un distante tercer lugar.
En un giro que marca un antes y un después en la historia reciente de la Ciudad de Buenos Aires, La Libertad Avanza, el partido liderado por el presidente Javier Milei, se impuso en las elecciones legislativas porteñas con el 30,19% de los votos, llevando como primer candidato a Manuel Adorni. Con este resultado, el oficialismo nacional logra una victoria estratégica en el bastión histórico del macrismo.
El segundo lugar fue para Leandro Santoro, del frente peronista "Es Ahora Buenos Aires", que alcanzó el 27,49%, consolidando una fuerte presencia opositora pero sin lograr quebrar el dominio libertario.
El dato más impactante de la jornada fue el derrumbe del PRO, que con Silvia Lospennato como cabeza de lista, apenas consiguió el 15,71% de los votos, quedando en tercer lugar y sin ganar en ninguna de las 15 comunas de la ciudad. El partido fundado por Mauricio Macri, que gobernó la ciudad desde 2007 y dominó el escenario porteño por 18 años, sufre así su peor elección desde su fundación.
“A todos los ciudadanos que se hartaron de la corrupción les digo que estén atentos y vigilantes”, afirmó Lospennato en su discurso, buscando dar un giro ético a una campaña marcada por el desgaste y la fragmentación interna del macrismo.
En el cuarto puesto, lejos de la pelea principal, quedó el exjefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta con su espacio “Volvamos Buenos Aires”, que apenas superó el 8% de los votos. El Frente de Izquierda, con Vanina Biasi, cerró la jornada con un 3,15%.
Un reordenamiento total del mapa político porteño
El triunfo de Adorni en CABA no solo fortalece al oficialismo a nivel nacional, sino que profundiza el reordenamiento político que Javier Milei viene impulsando desde su llegada al poder. La Ciudad, símbolo de la modernización y el proyecto neoliberal de Macri, ahora se convierte en plataforma de la derecha libertaria.
La derrota del PRO marca un momento de crisis identitaria y estratégica. Sin conducción clara y con fracturas internas a la vista, la fuerza que definió la política porteña durante casi dos décadas queda reducida a una expresión secundaria.
La elección de 2025 será recordada no solo por el ascenso de una nueva fuerza, sino por el ocaso definitivo de un ciclo político que marcó una era en la Ciudad de Buenos Aires.
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