Los análisis toxicológicos confirmaron lo que se temía: Beltrán manejaba bajo los efectos del alcohol y de sustancias psicoactivas. A partir de estos resultados, el abogado querellante de dos de los jóvenes, Federico Pizzicari, solicitó a la fiscalía la elevación a juicio y un cambio en la imputación, que contemple la gravedad de conducir intoxicado.
“El impacto fue brutal. Uno de los chicos rompió con su cuerpo la óptica delantera del vehículo. Milagrosamente están vivos, pero hay quienes hoy no pueden dormir o salir a la calle”, señaló Pizzicari. Tras el hecho, Beltrán huyó de la escena, se refugió en su casa en un country y, según consta en la causa, al día siguiente hizo un asado con amigos.
El empresario no solo continúa en libertad, sino que tampoco ha emitido disculpas públicas ni privadas a las víctimas. La fiscal Jorgelina Gutiez debe ahora decidir si lleva la causa a juicio y agrava la imputación, como lo solicitó la querella.
El reclamo de justicia resuena entre los familiares. “Los padres me pidieron que esto no quede impune”, remarcó el abogado. Mientras tanto, las víctimas intentan reconstruir su vida con las cicatrices de una noche que pudo haber terminado en tragedia.
Fuente: cadena3.com
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