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Tensa sesión en el Concejo: tras días de ausencias, la oposición volvió pero rechazó el nuevo reglamento interno
Después de tres sesiones frustradas por la ausencia de la oposición, anoche finalmente todos los ediles del Concejo Deliberante de La Calera se presentaron en el recinto y se logró retomar el tratamiento del proyecto de modificación del reglamento interno, suspendido desde el pasado 26 de mayo. Sin embargo, la esperada reanudación no trajo consenso: tras una jornada cargada de chicanas, discusiones acaloradas y pases de factura, el bloque opositor rechazó el proyecto impulsado por el oficialismo.
La sesión se desarrolló en un clima de alta tensión política. Durante más de una hora, los concejales se enfrentaron en un duro intercambio que incluyó gritos, interrupciones y acusaciones mutuas sobre la conducta parlamentaria de los últimos días. El oficialismo insistió en que el nuevo reglamento —elaborado durante más de un año— busca ordenar y transparentar el funcionamiento del cuerpo legislativo. La oposición, por su parte, se mantuvo firme en su negativa, alegando falta de participación real en la redacción del texto y tiempos insuficientes para su análisis.
Un debate más político que técnico
Pese a los argumentos legales y procedimentales esgrimidos por el bloque mayoritario, la discusión no giró en torno a los artículos del reglamento, sino a la legitimidad del proceso. El trasfondo de la disputa fue claramente político: el oficialismo acusa a la oposición de obstruccionismo, mientras que los opositores acusan al Ejecutivo de querer imponer su criterio sin consenso.
La sesión se cerró sin que el proyecto fuera aprobado, lo que representa un revés para la intención del oficialismo de modernizar la normativa interna que rige el funcionamiento del Concejo, vigente desde 2009.
¿Y ahora qué?
La votación en contra clausura el debate. Habrá que ver cómo el sector rambaldista insistirán con el proyecto. Sin embargo, lo ocurrido deja al descubierto una fuerte fractura política que, si no se encauza, podría volver a paralizar el cuerpo.
Lo cierto es que anoche el Concejo volvió a sesionar con todos sus miembros, pero no logró avanzar. Y aunque se cerró un capítulo, el conflicto institucional está lejos de terminar.
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