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Tercera ausencia consecutiva de la oposición: crece la tensión en el Concejo Deliberante de La Calera
Anoche por tercera vez en la semana, los concejales de la oposición en La Calera no se presentaron a la sesión del Concejo Deliberante. La ausencia sin justificación formal de los ediles Moran, Luján, Moratti, Reineri y Marcos vuelve a dejar al cuerpo sin posibilidad de sesionar, paralizando el tratamiento de proyectos clave, como la reforma del reglamento interno.
Según consta en acta, el oficialismo esperó más de 30 minutos la llegada de los representantes opositores, sin recibir comunicación alguna que justificara la falta. La presidenta del cuerpo anunció una nueva convocatoria para este jueves a las 20:00 horas, advirtiendo que se iniciarán sanciones en función de lo que establece el reglamento interno.
El trasfondo: reforma legislativa frenada
El origen de la crisis institucional se remonta al lunes pasado (después de haber acompañado 2 iniciativas del justicialismo), cuando el oficialismo intentó tratar sobre tablas un proyecto de modernización del reglamento interno. Tras aprobarse su incorporación al temario con el voto de desempate de la presidenta, los concejales opositores tomaron una reprochable medida antidemocrática, abandonaron el recinto en señal de rechazo. Desde entonces, no han vuelto a concurrir, interrumpiendo una sesión que permanece abierta.
El concejal Larrosa fue categórico al analizar la situación: “Los concejales ruferistas han asumido como norma no presentarse cuando no tienen la mayoría. Están entorpeciendo deliberadamente el funcionamiento del Concejo. Esto no es oposición, es sabotaje institucional”.
¿Hay incumplimiento de deberes?
Tanto Larrosa como otros miembros del bloque oficialista dejaron entrever que las reiteradas ausencias podrían encuadrarse como un incumplimiento de los deberes de funcionario público, lo que eventualmente podría derivar en sanciones no solo administrativas, sino incluso de índole penal.
“La ley provincial 8102 es clara respecto a las obligaciones de los concejales. Después de cuatro inasistencias injustificadas, las sanciones pueden ser graves. No se trata solo de un descuento económico: están abandonando sus funciones”, advirtió el concejal.
Acusaciones políticas cruzadas
El malestar oficialista también apunta al trasfondo político de la estrategia. Según señalaron, las ausencias responden a una consigna del espacio liderado por Facundo y Rodrigo Ruferil: “entorpecer la gestión”. En palabras de Larrosa: “No hay voluntad de debate. Solo buscan trabar todo lo que venga del Ejecutivo”.
Una señal preocupante
Lo cierto es que la práctica de retirarse del recinto o no asistir para evitar votaciones se ha vuelto frecuente desde que el oficialismo quedó en minoría. Esta semana ya se suman tres sesiones frustradas, lo que configura un grave antecedente institucional.
Mientras tanto, proyectos que impactan directamente en el funcionamiento del cuerpo —como el que busca transparentar y modernizar su normativa interna— siguen en suspenso. Y los vecinos, una vez más, quedan sin representación efectiva.
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