Jaque mate: estrategias políticas y su impacto en la democracia.



Por Gustavo Restivo

Analizamos cómo las confrontaciones políticas, reflejan estrategias que podrían llevar a un "jaque mate" institucional, afectando la calidad democrática y el bienestar de los ciudadanos.

 En el ajedrez, la expresión "jaque mate" proviene del persa "Shāh Māt", que significa "el rey está atrapado" o "el rey no tiene escapatoria" . Este término refleja una situación en la que el líder queda sin opciones, simbolizando el final de una estrategia fallida.

En el complejo tablero de la política, la capacidad de generar consensos con fuerzas ideológicamente opuestas es esencial para garantizar la estabilidad y el bienestar de la sociedad. Aunque puede parecer un desafío insuperable, la historia ofrece ejemplos de cómo, mediante el diálogo y la búsqueda de objetivos comunes, es posible alcanzar acuerdos beneficiosos para la ciudadanía.

Un ejemplo reciente de consenso político en Argentina es el "Pacto del 25 de Mayo", propuesto por el presidente Javier Milei en 2024. Este acuerdo buscaba establecer lineamientos comunes en áreas clave como reformas tributarias, privatizaciones, desregulaciones económicas y modificaciones en la coparticipación federal. 

Aunque inicialmente la firma del pacto se pospuso debido a debates legislativos, finalmente, el 9 de julio de 2024, durante el 208° aniversario de la independencia argentina, el pacto fue firmado por 19 de los 23 gobernadores provinciales y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. 

Este acuerdo reflejó la capacidad de las distintas jurisdicciones para alcanzar consensos en políticas de Estado fundamentales, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas existentes. La firma del pacto en la histórica Casa de Tucumán simbolizó un compromiso conjunto hacia la transformación y modernización del país, demostrando que, mediante el diálogo y la cooperación, es posible superar obstáculos y trabajar en pos del bienestar común.

Cuando las estrategias se centran en el conflicto, la descalificación y la mera crítica (por solo criticar), se corre el riesgo de llegar a un "jaque mate" institucional donde todos pierden. La historia del ajedrez nos enseña que el objetivo no es destruir al oponente, sino superarlo en ingenio y planificación. Del mismo modo, la política debería enfocarse en el debate de ideas y la búsqueda de soluciones conjuntas, evitando caer en el conflicto y el espectáculo que solo conducen a la decadencia del sistema democrático.

Es fundamental que los líderes políticos reflexionen sobre sus estrategias y recuerden que, al igual que en el ajedrez, cada movimiento tiene consecuencias. La verdadera victoria no reside en derrotar al adversario a cualquier costo, sino en lograr que la comunidad avance hacia un futuro próspero y equitativo.

En conclusión, aunque las diferencias ideológicas pueden parecer obstáculos insalvables, la historia y la práctica política demuestran que, con voluntad y enfoque en el bien común, es posible construir puentes y alcanzar consensos que fortalezcan la democracia y promuevan el desarrollo social. Solo así se evitará llegar a un "jaque mate" que deje al "rey" sin opciones, recordando siempre que el verdadero soberano en democracia es el pueblo.

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