El caso de las viviendas del plan semilla de La Calera, constituye un verdadero escándalo de corrupción entre algunos políticos y ciertos vecinos de nuestra ciudad en los ultimos años. No se ha visto en ninguna de las ciudades de Córdoba que construyeron bajo este sistema, una impudicia de tal magnitud.
Recordemos que este proyecto se inicia para dar solución a vecinos de bajos recursos para acceder a su propia vivienda, dónde la provincia financiaba la construcción, bajo la administración del municipio y que en el plazo de 6 meses debían estar finalizadas para entregarlas, luego el vecino debía restituir parte del monto de construcción en cuotas muy acomodadas.
Todo toma vuelo y pasa a ser de conocimiento público ante el reclamo de quienes son adjudicatarios de las viviendas y que quieren tener acceso definitivo a la promesa realizada por el gobierno de la municipalidad, "su casa propia".
Allí se pudo apreciar el estado constructivo de las casas, la cantidad de vicios y fallas que se detectaron son inimaginables. Desde caños de descarga de las cloacas que daban a la altura de la ventana de la vivienda del frente, pasando por tener que construir un puente de acceso a una casa, pues había quedado aislada, hasta una vivienda cuyo frente daba hacia una loma.
La pregunta es: Este proyecto urbanístico, lo realizó la municipalidad? y más aún, fue aprobado en estas condiciones?
A partir del legítimo reclamo de los vecinos comenzaron las acusaciones y los descargos, el ex intendente Facundo Rufeil denuncia al actual jefe de gobierno de La Calera por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público, teniendo como contrapartida la defensa de Rambaldi mediante otra denuncia, esgrimiendo la cantidad de irregularidades relevadas.
Ahora surgen falencias en la concesión de la obra, en las certificaciones de avance de obra, en actos administrativos, falta de controles, libramientos de pagos, etc. Una cantidad de anormalidades administrativas imposible de imaginar.
Hoy este proyecto se encuentra judicializado, y sólo Dios sabrá el tiempo que demandará su solución, lo cierto es que en el medio hay vecinos angustiados y desesperados, sorprendidos en su buena fé, por una gestión a la que poco le afectó la situación de ellos y dejaron el edificio de gobierno municipal el 10 de diciembre.
La gravedad del problema, es verdaderamente gigantesca, el intendente Rambaldi ha denunciado que los días 8 y 9 de diciembre (antes que terminara el mandato de Rufeil), se efectuó un pago por cerca de 40 millones de pesos a Patricia Rutilli. Una vecina de la ciudad que se adjudicó la construcción de las 20 viviendas, pero para sorpresa de todos Rutilli no contaba con inscripción en el Registro de Comercio para realizar dicha actividad, y que tal inscripción se llevó adelante después de que le fuera adjudicada la obra. ¿Cómo fue el proceso de selección de la constructora?
Es de destacar que la adjudicataria de la construcción es responsable de una innumerable cantidad de trámites y gestiones que debían ser supervisados por el municipio y que están explicitados en el pliego.
Este es un caso de corrupción, donde determinados sectores de la política local, con la participación de algunos vecinos, parecen haber llevado adelante una ingeniería destinada a perjudicar a los ciudadanos que más necesitados están, que harán un gran esfuerzo para poder solucionar su problema de vivienda. Lo cierto es que se ha llegado muy lejos con una actitud repudiable desde todo punto de vista.
Esta es la Casta de la que tanto se habla, que llegan a la función pública sólo para enriquecerse. Pero estoy confiado que pronto vendrán tiempos, justicia de por medio, en que deberán devolver lo que se llevaron, recordemos que ya hay funcionarios de otro ámbito inhibidos de disponer de sus bienes hasta tanto se resuelva el conflicto en el que están.

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